El Mirador del Cucarro de Arcos de la Frontera, se sitúa en el extremo superior de la calle del mismo nombre y en el final de la calle Cáceres. Calles del Barrio de San Francisco en la confluencia con la Barriada San Rafael.
Dos balcones con enrejado metálico, separados ambos, en uno de los pocos espacios verdes, sin ajardinar, y libres de construcción en el pueblo.
La edificación de esta zona seria perder un magnifico otero en el mismo casco urbano. Lo ideal sería que estuvieran unidos facilitando el acceso a vecinos y visitantes. Se contemplan magnificas panorámicas de este, sin par, pueblo blanco de la Sierra de Cádiz.
El caserío aparece desparramado desde el casco antiguo hacia poniente, como un gran y tupido velo blanco. Con la óptica adecuada y elegida, anteojos o cámara de fotos, se consiguen apreciar en detalle los monumentos y otros lugares destacados.
Un momento extraordinario es al atardecer, cuando a medida que el sol desaparece en el horizonte pinta de tonos anaranjados el panorama.
A medida que se traslada la mirada se observan las iglesias menores de San Miguel y San Juan de Dios.
Arriba en lo alto, la Basílica Menor de Santa María de la Asunción y el Castillo Ducal.
La vista se dirige ahora al frente y hacia la derecha. Se vislumbra como El Barrio conecta con la calle Alta por la estrecha callejuela de Ayllones.
La Barriada de la Paz con sus inconfundibles bloques de ladrillo y los últimos rayos de sol fluyen por la calle del Molino.
