Arcos de la Frontera celebra esta fiesta, que en su vertiente popular está muy extendida por toda España, ofreciendo un marco inigualable con su estrechas y recónditas calles, su monumentos de piedra y el colorido floral de primavera. La celebración presenta en una serie constante de elementos comunes con los demás lugares: El centro de la fiesta es una cruz, de tamaño natural o reducido, que se adorna, en la calle o en el interior de una casa, con flores, plantas, objetos diversos (pañuelos, colchas, cuadros, candelabros, etc.) y adornos elaborados.