El Convento de la Encarnación de Arcos de la Frontera está situado en el Callejón de las Monjas, en pleno Casco Histórico de la ciudad. Fue capilla, hospital y cofradía en el S. XV. Como convento se funda en la primera mitad del S. XVI y las obras fueron dirigidas por el Licenciado en Artes Alonso de Baena.
En 1537, Juana Ximenez, conocida por "La Camacha", decide fundar un convento de la Orden de la Purísima Concepción y vienen monjas de Toledo. Cuando las religiosas abandonaron el Convento en 1927 la iglesia quedo cerrada al culto. En 1960 fue adquirida por la Parroquia de Santa María.
Es una iglesia de planta rectangular, con una sola nave cubierta por artesonado de tipo mudéjar. El presbiterio lo hace mediante cúpula semiesférica sobre pechinas con linterna, decorada por yeserías.
En la actualidad su estructura interior ha sido notablemente alterado al haber sido acondicionado para salón parroquial dividiéndose su espacio original en dos plantas.
El conjunto originario de esta iglesia pertenece al siglo XVI, con rasgos mudéjares y gótico tardías, si bien tiene algunos elementos barrocos, como la portada de la nave y la capilla mayor.
Al exterior presenta dos portadas, una en la zona del presbiterio que presenta vano de arco carpanel enmarcado por arquivoltas con decoración de cardinas. La otra está realizada en ladrillo visto enmarcando su vano por pilastras y coronándose por frontón triangular.
En un lateral se sitúa la espadaña centrada por arco de medio punto.
Sobre sus muros se asientan dos arbotantes de refuerzo de fachada de la iglesia de Santa María de la Asunción.
El proceso desamortizador terminó de desfigurar este conjunto tan representativo de la arquitectura vernácula de la Baja Andalucía.
Sobre sus muros se asientan dos arbotantes de refuerzo de fachada de la iglesia de Santa María de la Asunción.
El proceso desamortizador terminó de desfigurar este conjunto tan representativo de la arquitectura vernácula de la Baja Andalucía.