La fiesta de la Cruz de Mayo tiene sus antecedentes en la celebración precristiana conocida como Festividad de los Mayos, en la que se conmemoraba el tiempo medio de la primavera rindiendo cultos a la naturaleza. En especial, se festejaba adornando un árbol o erigiendo un tronco o tótem al que se le ponían adornos o flores, mientras se hacían danzas rituales y se cantaban o hacían recitaciones.
Con la llegada del cristianismo, esta fiesta fue adaptada a la nueva fe, reemplazándose el tótem por la cruz cristiana. En algunos países se mantienen en forma paralela las festividades de la Cruz de Mayo y del Palo de Mayo. En los patios y plazas se levantan cruces de gran tamaño decoradas con flores, macetas y mantones de manila, participando particulares, restauradores, Asociaciones de Vecinos y Peñas.
Arcos de la Frontera celebra esta fiesta, que en su vertiente popular está muy extendida por toda España, ofreciendo un marco inigualable con su estrechas y recónditas calles, su monumentos de piedra y el colorido floral de primavera. La celebración presenta en una serie constante de elementos comunes con los demás lugares: El centro de la fiesta es una cruz, de tamaño natural o reducido, que se adorna, en la calle o en el interior de una casa, con flores, plantas, objetos diversos (pañuelos, colchas, cuadros, candelabros, etc.) y adornos elaborados.
Las protagonistas: las cruces floreadas.
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Hospital de San Juan de Dios. |
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Cruz de la Hermandad de la Vera Cruz. |
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Cruz de Vecinos de Benito Gatica. |
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Calle Nueva y el Castillo. |
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Cruz de Bar El Alcaraván. |
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Parador de Turismo "Casa del Corregidor". |
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Cruz del Parador de Turismo. |
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Cruz de Boticas. |
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Palacio del Mayorazgo. |
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Cruz de Asociación de Mujeres "Beatriz Pacheco". |
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Cruz del Circulo de la Unión. |
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Cruz de María Auxiliadora. |
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Plaza Hermanos Cuevas. |
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Cruz de la Asociación de Mujeres "Arco de Matrera". |
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Cruz del Jardín Andalusí. |