Es la única puerta que subsiste del recinto amurallado de la ciudad. Comunica el casco antiguo de Arcos de la Frontera con el Barrio Bajo.
Fue clave en la defensa de la ciudad al Oriente y esta constituida por cuatro torres, un cubo central y el flanqueo de un par de torreones del que solo permanece el de la izquierda a la bajada, llamado Torre de la Traición.
Fue reconstruida en el siglo XVII. Desde ella se puede apreciar restos de murallas encajonados entres las casas. En el exterior aparece un arco rodeado de viviendas, con una capilla sencilla bóveda con linterna que guarda en su interior una buena talla, restaurada, de la Virgen del Pilar.